La Comisión Europea tiene claro que no se deben repetir algunos incentivos llevados a cabo en la crisis del 2008. Ahora se debe favorecer la sostenibilidad y las energías renovables en lugar de salvar puestos de trabajo a corto plazo en sectores como los combustibles fósiles.
Entre las prioridades también se encuentra la «renovación inmobiliaria», que según la Comisión puede suponer una inversión de hasta 250000 millones de euros anuales. Los edificios son los responsables de gran parte de las emisiones de gases con efecto invernadero por lo que la necesidad de una rehabilitación energética será vital en los próximos años. Hay que tener en cuenta que el 75 % de los edificios existentes se construyeron cuando no había normativa sobre eficiencia energética y que en 2050 seguirán en pie el 80% de ellos. Bruselas planea que 50000 millones de euros anuales corresponderán a fondos públicos para impulsar la rehabilitación y reforma de viviendas y edificios. Esto ayudará a impulsar un sector que comprende trabajadores de la construcción, industria de materiales, sistemas de calefacción, instalación de paneles solares, aislamientos, arquitectos, ingenieros,..
Es cierto que la crisis por el coronavirus presenta un 2020 difícil para el sector de la construcción en España pero pronto se verá una recuperación ya que será necesario renovar un parque de viviendas y edificios desactualizados. El sector, como muchos otros, tendrá que modernizarse y caminar hacia la sostenibilidad. Así cambiará el sector en los próximos años y recuperará muchos puestos de trabajo de albañilería, fontaneros, carpinteros, electricistas, arquitectos, así como reforzará la industria con nuevos materiales sostenibles y nuevas formas de construir.
En el plan de recuperación económica de la Comisión Europea que aprobará este mes se potenciará la financiación de proyectos medioambientales, sostenibles y con visión digital. Se espera apoyar este plan con 1,6 billones de euros para evitar una depresión económica.
“A corto plazo, hay proyectos verdes y digitales muy maduros pero que necesitan el impulso para comenzar”, señala el plan. Bruselas apoyará esos proyectos en los primeros 12 – 24 meses, principalmente de actividades como la construcción, la digitalización de servicios e industrias o el desguace de vehículos. En la segunda fase, de 2 a 5 años, se apoyará la renovación de la siderurgia, la producción de hidrógeno limpio y el desarrollo de inteligencia artificial.